IMPLICACIONES
A nivel ecológico, si es que ecología puede divorciarse de pensamiento y sociedad, la mayor amenaza de las aplicaciones de la ingeniería genética en la agricultura es la pérdida de diversidad biológica y cultural. Uno de los mayores problemas a los que se enfrenta la humanidad es la erosión del saber tradicional y de la diversidad biológica, base del equilibrio ecológico y de una agricultura sostenible. Nos enfrentamos hoy a múltiples y gravísimos problemas: cambio climático, efecto invernadero, escasez y contaminación del agua, erosión de los suelos? y por ello es más necesario que nunca conservar la diversidad de las especies y de los ecosistemas, y de los conocimientos sobre su manejo.
El rasgo más extendido en los cultivos transgénicos es el de la resistencia a los herbicidas, que aseguran las ventas de herbicida producidos por la propia industria. Esta característica simplifica el manejo en las grandes explotaciones, como las que en EEUU fumigan con avioneta inmensos campos de cultivo, pero para las pequeñas supone sobre todo un problema adicional de costes, y de enganche a los agroquímicos. Se está demostrando, además, que aquello de las super-malas-hierbas no era broma: la transferencia de la resistencia a herbicidas a parientes silvestres de las variedades transgénicas - ya han aparecido malas hierbas resistentes a varios herbicidas- aumenta los problemas de control de malezas en los cultivos, potenciando un incremento del uso de herbicidas. En contra de lo que la industria biotecnológica pregona, a medio y largo plazo los cultivos tolerantes a los herbicidas van a suponer una espiral creciente en el empleo de herbicidas cada vez más potentes y dañinos para el medio ambiente y para la salud.
Mientras que los beneficios potenciales de la ingeniería genética son considerables, también lo son sus riesgos, ya que muchas veces se emplean como vectores microorganismos infecciosos como los virus. Por ejemplo, la introducción de genes que producen cáncer en un microorganismo infeccioso común, como el virus influenza, causante de la gripe, podría ser muy peligrosa. Por consiguiente, en la mayoría de las naciones, los experimentos con ADN recombinante están bajo control estricto, y los que implican el uso de agentes infecciosos sólo se permiten en condiciones muy restringidas. Otro problema es que, a pesar de los rigurosos controles, es posible que se produzca algún efecto imprevisto como resultado de la manipulación genética. De hecho, algunos grupos ecologistas han manifestado su desconfianza sobre los cultivos de plantas transgénicas ante el temor de que estos nuevos genes puedan resultar perjudiciales para la salud humana, conduciendo a respuestas alérgicas o incluso pudiendo llegar a introducirse en especies vegetales relacionadas.
En lo biotecnologico ¿Qué pasaría si el material genético de un virus tumoral terminara formando parte del genoma de alguna bacteria simbionte del ser humano? ¿Y si los genes que permiten la resistencia a los antibióticos entraran en el genoma de los patógenos? ¿O si los microorganismos inocuos adquirieran los genes para producir toxinas potentes como la difteria, el cólera, el botulismo o el tétanos?
Muy bueno, pero no solo existen implicaciones a nivel ecológico...
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